Mittwoch, 21. Dezember 2011

Indignación:" Reflexiones sobre el futuro de nuestra Caficultura Colombiana" (03.04.2011)

En las últimas dos semanas en la revista Razón Pública en colombia,se hán publicado dos artículos de suma importancia para los cultivadores del café
suave colombiano.Desde hace apróximadamente quince años tuve la ilusión de crear   la tienda de juán y  sólo desde hace cinco la pudimos  cristalizar con ayuda
de Isabelle mi esposa.La idea nace como lo descríbimos en nuestro home-page,del alma de campesinos que tenemos adentro y que nos impulsa cada día a trabajar,
 por la idea de poder mejorar las condiciones de nuestrRevisando os campesinos colombianos.Para lo cuál me dispuse a prepararme y documentarme
sobre el tema cafetero.Es así como combine las tareas de la tienda,con los estudios en la universidad Epfl en lausanne donde comenzé la especialización en hidraúlica en el año 2007.
Revisando documentos encontré un estudio de 1994,donde una comisión creada por el gobierno del presidente Gaviria,recomendaba,cambiar el sistema
de comercialización de nuestro café y a la véz probar el tema de cafés especiales.Es por lo que recogiendo esta insinuación decidimos probar con nuestro propio negocio.
Aquí a costos personales muy altos,pués es un nuevo concepto que ameritaría  colaboración mínima por parte de nuestra federación,por qué en definitiva
es quién es la directa responsable por el futuro de nuestra caficultura.No siendo así y por el contrario sí teniendo inconvenientes desde nuestra apertura a causa de una demanda
entablada por este ente,contra nuestro nombre y la cuál fué resuelta a nuestro favor.Decidimos estudiar el tema a fondo y a tratar de explicarnos el por qué de la situación de nuestros
 cafeteros, era siempre muy difícil y tendía mas a empeorar que a mejorar.Encontramos que el sistema de comercialización de nuestro café y la venta al exterior de nuestro café en verde
lo que permite es que cuatro grandes multinacionales como lo describe muy bién el artículo del Dr. Barreto,monopolicen nuestro producto y utilizándolo como materia prima y con sus
laboratorios de investigación puedan elaborar o desarrollar otros productos,que al final lo que producen es un complot a la calidad natural 100% arábica de nuestro suave café
colombiano.Es decir y escribiéndolo claro para que se comprenda.Al permitir la federación nacional de cafeteros la venta del café en verde de mas del cincuenta % de la producción
al exterior estamos dejando que el valor agregado al café lo hagan otros participantes de la cadena,los que combinan el café robusta que es de menor calidad.Lo cuál implica que nuetro café
 pierda su calidad y por el contrario los demás cafés se puedan vender incluso mejor que el nuestro en el mercado internacional;permitiendo con esto que la ecuación formada por tostadores,consumidores y productores permanezca invariable.Para perjuicio de nuestros cultivadores y de toda
la cadena del café,exceptuando logicamente los monopolios que son los que al final reciben todas las utilidades por la venta del producto.Lo que produce Indignación y pobreza
en todos los países donde se produce.Espero muchas dudas que son muchas sean un poco aclaradas en el informe de luis hernando Barreto N.Para

la revista Razón pública.

El café colombiano y el Plan Nescafé:
¿sobrará la Federación?
ECONOMIA Y SOCIEDAD
Lunes, 28 de Marzo de 2011 00:10
El mercado mundial está formado por unos pocos grandes compradores y muchos productores dispersos, de modo que el dinero se lo quedan sobre todo los países más ricos. Y ahora la multinacional Nestlé va a jugar un papel aún más decisivo y discutible, sin que la Federación, el gobierno o el país lo debatan.

¿Quién manda en el mercado?
Reflexionar sobre la política cafetera u otra política relacionada con el comercio exterior o las finanzas internacionales, implica ubicarse en un contexto de globalización que reconozca que el Estado-nación ha perdido y seguirá perdiendo el control sobre elementos fundamentales de sus políticas económicas [1], al mismo tiempo que instancias no estatales influyen cada vez más sobre la gente y sobre sus actividades [2].
Para nadie es un secreto, por ejemplo, que el mercado internacional del café está dominado por cuatro grandes multinacionales: Nestlé, Procter & Gamble, Altria Group (Philip Morris y Kraft Foods) y Sara Lee, quienes controlan más del 50 por ciento del café que se vende en el mundo, lo cual constituye un oligopsonio, como se dice en la jerga de los economistas.
Jacques Morisset del Banco Mundial, en su investigación Unfair Trade?, encontró que mientras el precio del café declinó en 18 por ciento en los mercados mundiales, éste aumentó en 240 por ciento para los consumidores en Estados Unidos entre 1975 y 1993.
Esta respuesta asimétrica del precio al consumidor frente a los movimientos en los precios internacionales (precio al productor), es el resultado del control de ambos precios ejercido por la posición dominante del oligopsonio [3] que busca maximizar su rentabilidad.
Una mano bien visible
Un ejercicio similar y actualizado al de Morisset se aprecia en la gráfica de abajo, donde se observa el margen creciente entre el precio del café verde que se paga al productor y el precio del café procesado que se cobra al consumidor. Este último representó 2,3 veces el primero durante los años ochenta, ascendió a 3,7 veces en los noventa y luego a 4,5 veces en los años dos mil [4].

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De acuerdo con el estudio de Morisset, si el margen entre estos precios (externo menos interno) se hubiese mantenido en el nivel mínimo de las dos últimas décadas, Colombia habría recibido 1.897 millones de dólares adicionales cada año -entre 1975 y 1994- por sus exportaciones de café [5]. Desde luego, estos ingresos dejados de recibir fueron mayores para la segunda mitad de los noventa y primera década del presente siglo, a juzgar por la brecha creciente que muestra la gráfica de arriba.
La mano visible del oligopsonio en el mercado del grano afecta la demanda por café tostado y soluble y, simultáneamente, la oferta por café verde:
  • En el caso de la demanda, las compañías multinacionales limitan deliberadamente su crecimiento, al no permitir la transmisión de menores precios internacionales al consumidor final.
  • En el caso de la oferta, existe evidencia de que estos conglomerados intervienen para estimular la producción mundial de café de menor calidad (robusta) al tiempo que desincentivan el café de mayor calidad (arábigo con sabor gourmet) [6]. Los tostadores mezclan ambos tipos de café, con una proporción de robusta cada vez mayor, para producir café molido y soluble. La razón: reducir costos.
El resultado de la lógica oligopsónica ha sido la de generar cada vez más un mayor valor para los países consumidores dentro de la cadena productiva del café, en perjuicio de los países productores.
Joseph Stiglitz lo anotaba en estos términos: "Los márgenes de beneficio han aumentado y esto, creo yo, es especialmente indignante para los que viven en países muy pobres. Es muy evidente que existe una discrepancia entre los intereses de los consumidores y los intereses de los productores" [7].

Tajadas cada vez más grandes
En la gráfica siguiente se aprecia cómo para las décadas de los setenta y los ochenta - antes del rompimiento del pacto mundial cafetero- el ingreso se distribuía en un 20 por ciento para los países productores y un 55 por ciento para los países consumidores. Tras la disolución del acuerdo de cuotas, esta proporción cayó dramáticamente al 13 por ciento para los países productores y ascendió vertiginosamente al 78 por ciento para los países consumidores.

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Muy en contravía de la mano invisible de Adam Smith, la estrategia de mercado del oligopsonio ha funcionado efectivamente, dado el gigantesco poder económico que la respalda. El cuadro siguiente muestra con elocuencia ese poder económico.

Ventas y Activos de multinacionales de café versus
PIB países de América Latina[8]
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El valor de las ventas que obtuvieron durante 2009 las cuatro multinacionales que controlan el mercado mundial del café [9], fue tan grande como todo el PIB de Colombia. Así mismo, la sumatoria de los activos de estos cuatro conglomerados equivale al tamaño de los PIB conjuntos de Perú y Chile o, alternativamente, de los PIB conjuntos de toda Centroamérica (incluyendo las Islas del Caribe).

El Plan Nescafé
Este poder económico de las empresas transnacionales está sustituyendo al Estado-nación clásico, cuyo poder declina paulatinamente. Por ejemplo, para no ir muy lejos, Nestlé ya tiene listo su Plan Nescafé para Colombia[10], el cual pretende duplicar las compras de café durante los próximos cinco años. Para ello incorporará paulatinamente plántulas más resistentes para renovar alrededor de 700 hectáreas durante 2011 en las fincas de unos 1.200 caficultores. A mediano plazo (2020) el plan tiene previsto distribuir 50 millones de plántulas a lo largo y ancho de las zonas cafeteras del país.
El plan comenzará este año en cuatro municipios del Valle del Cauca: Andalucía, Bugalagrande, Sevilla y Tuluá. Recibirá asistencia técnica de las ONG Rainforest Alliance, Sustainable Agriculture Network (SAN) y 4C Association - for a better coffee world. Nestlé comprará directamente el café a los agricultores, sin intermediarios.
Si bien está clara la estrategia de la multinacional Nestlé para Colombia y para el mundo, aún no hay claridad sobre la estrategia de las autoridades agrícolas y cafeteras nacionales. Pues la Federación Nacional de Cafeteros estaría cediendo terreno sobre su propia gestión al aceptar la institucionalidad y las reglas del juego supranacionales que trae el Plan Nescafé.
El papel del Centro Nacional de Investigaciones sobre el Café (CENICAFE) y el de la variedad Colombia quedarían prácticamente relegados ante los 50 millones de plántulas que Nestlé tiene previsto introducir al país en los próximos nueve años. Queda la sensación de que el Plan Nescafé implicaría la robustización[11] de la caficultura colombiana, pues desde hace diez años Nestlé ha introducido 16 millones de estas plántulas en México, Tailandia, Indonesia y Filipinas.
Queda también la duda de si hay algún interés en erosionar la marca Café de Colombia, dado que ello reduciría las primas por café arábigo suave tipo gourmet. Parafraseando a Stiglitz, de esta manera se aumentarían aún más los márgenes de beneficio.

¿Y la Federación de Cafeteros?
Aún no está claro cuál será la relación entre el Plan Nescafé, la Federación y el Fondo Nacional el Café, toda vez que el convenio suscrito con Nestlé no ha sido divulgado.
Si la multinacional va a comprar el café verde directamente a los productores, sin ningún intermediario, ¿esto incluye o excluye a la Federación?; ¿incluye o excluye a Nestlé de la contribución cafetera por la producción que patrocina? ¿Será que dentro del mencionado convenio hay alguna cláusula de sustentación del precio? ¿O sencillamente las 180 mil toneladas de café que Nestlé proyecta producir en los próximos cinco años harán que se desplome el precio internacional?
Sólo el 7 por ciento de las exportaciones de café colombiano contienen algún valor agregado (verde descafeinado, tostado en grano, tostado y molido, extracto o sólido soluble). ¿Será muy difícil pensar en una estrategia que eleve significativamente este porcentaje?
Ante los hechos y antecedentes atrás presentados, son muchas las preguntas que aún quedan sin responder y las dudas sin aclarar. Ojalá el debate no se clausure prematuramente con un señalamiento de ‘voz disonante' o que no vale la pena por ser ‘bizantino'. Es imperativo despejar el futuro de la caficultura colombiana y para ello se requiere un verdadero debate.

* Ha sido Contralor Delegado para Economía y Finanzas públicas, Director de la Unidad de Desarrollo del Consejo Superior de la Judicatura, Asistente del Confis y Asesor de la Tesorería de la Nación. Economista y Agrologo; Maestrías en Economía y Politología; actual doctorando en estudios políticos y relaciones internacionales.  

Notas de pie de página


[1] Castells, Manuel. La era de la información. El poder de la identidad. Vol. II. México: Siglo XXI, Editores, p. 272. (2003).
[2] Strange, Susan. La retirada del Estado, Barcelona: Icaria Editorial, 1ra edición, p. 10. (2001).
[3] También intervienen grandes comercializadoras importadoras de café como Neumann, Volcafé, Ecom y Dreyfus.
[4] Los costos de procesamiento, distribución, comercialización, transporte y seguros que contribuyen a determinar el precio interno han tenido una tendencia descendente en los últimos años. Ver Alexander J. Yeats; Azita Amjadi
[5] Morisset calculó esa pérdida de ingresos por exportaciones de productos básicos en 100 mil millones de dólares al año para cinco productos: petróleo, café, azúcar, arroz y trigo; y siete países por producto entre 1975 y 1994.
[6] Ver: Ofensiva de Nestlé para promover cultivo de café de baja calidad en Nicaragua; Nestlé, Kraft, Sara Lee, y varias grandes empresas comerciales también patrocinaron proyectos de desarrollo relacionados con el café en Vietnam.
[7] Stiglitz, Joseph. El café y los nuevos rumbos de la economía. Brookings Institution, EE.UU. (2001).
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